LOS TIBURONES....el relato de un sueño.

Todo transcurría con normalidad en el campamento, para Chema el día no tenía nada de extraño, se encontraba en su playa preferida……además de uno que otro altercado con los campamentos que colindaban al suyo no hubo otro sobresalto, digamos que él es como un animal salvaje, un ser territorial al que no le gusta que otros invadan su territorio y no permitiría nunca que destruyan su habitad.
La familia disfrutaba del sol y el calor, los mayores se dedicaban a prender la parrilla, los más pequeños disfrutaban del mar, sin embargo Chema, quien no se encontraba dentro de alguno de estos grupos solo disfrutaba del paisaje y se rendía al infinito imaginario que le brinda ese lugar….su querida playa.
En el mar Sebastián vigilaba a los más pequeños, él con 16 años podía hacerse cargo de brindarles un poco más de seguridad, siempre vigilante a cualquier imprevisto que pueda ocurrir, de pronto una sombra sobre las olas llama su atención, “al parecer es un pelícano” pensó, pero al ver que esta desaparecía y aparecía en distintos lugares optó por preguntar a Alexandra una de las pequeñas que por miedo al mar solo se quedaba en la orilla.
¿Ale, que es eso que se esconde tras las olas? , en el preciso instante en que formulaba la pregunta la sombra cobra forma y un grito alertó a todos…..TIBURON!!!.
Chema quien sabía de animales corrió hacia la orilla con algo de incredulidad, es imposible pensaba, el sabía que habían tiburones en nuestro mar pero que no solían visitar aguas bajas como lo hacen los tiburones que habitan en mares calidos, la primera imagen que tubo fue angustiante, sus primos pequeños trataban de salir nadando mientras que la corriente marina se transformaba en una prisión furibunda que trataba de tragar a todos mar adentro.
La primera en salir fue Carolina, el miedo se veía en su rostro mientras que su hermano Gonzalo hacía un esfuerzo casi sobrehumano por salir del agua, la imagen fue clara, un gran blanco……Chema no salía de su asombro y solo atinaba a gritar…SALGAN….SALGAN AHORA!, Gonzalo logra salir de la corriente pero detrás de el otra aleta rompe la superficie…..esta es diferente, él llega a verla muy cerca, el miedo le da algo más de fuerza y llega a la orilla, Chema se acerca aterrado y el pequeño le dice “este otro es un tigre” refiriéndose al tiburón, ellos dos sabía que este puede ser mas peligroso, Gonzalo alerta a los demás: –logré salir, pero Camila tiene un pequeño corte en el píe-, sabíamos que los tiburones se guían por olfato y pueden oler hasta la partícula mas pequeña de sangre.
Las hermanas Andrea y Camila están petrificadas, Camila no puede nadar pero Andrea trata de abrazarla y encontrar una salida antes que suceda lo peor, de pronto una ola llega a golpearlas y entre revolcones las traslada hacia la orilla, todos están a salvo pero consternados por los extraños intrusos y el repentino cambio de la marea.
Las instrucciones son claras, nadie entra al agua y evítenla lo más que puedan, dijo Chema quien trataba de encontrar una explicación a todo esto, se quedo observando el movimiento de las mareas hasta el anochecer…..”no hay explicación racional que pueda decirme que le sucede al mar y por que están estos animales aquí”, de pronto una luz muy fuerte captó su curiosidad, casi de inmediato la luz toma forma…..es un barco….pero uno muy extraño construido enteramente de madera, en la proa llevaba algo así como un escalera de caracol pero que parecía faltarle escalones.
Cada vez más y más el barco se acerca a la orilla sin temor a encallar, poco a poco se daban cuenta que el barco era de proporciones de por si impresionantes, hasta que se escucha un estruendo…..el barco golpeó intencionalmente el farallón quedándose casi incrustado en la roca, las escaleras incompletas toman forma, estaban totalmente diseñadas para que estas al estar junto a la roca formen una especie de plataforma de descenso.
Uno de los tripulantes emite un grito similar a un gruñido, estos estaban desembarcando grandes bultos del barco y el aspecto de cada uno de ellos era similar al de un corsario, Chema y Sebastián que se encontraban muy cerca al lugar logran ver que llevan armas indescriptibles y de aspecto intimidante, en ese preciso momento emprenden la huida y advierten a todos del nuevo peligro que se avecina, el caos invade a los campitas que solo atinan a guarecerse dentro de sus carpas.
La noche se torna tenebrosa, reina un silencio absoluto, solo se escuchan los ruidos de los grandes bultos que caen sobre la arena, las únicas voces que se oyen son de los misteriosos tripulantes que hablan en lenguas incomprensibles, de pronto la calma, el primero que sale es Chema y para gran sorpresa suya el barco había desaparecido, sin embargo los bultos se encontraban cerca y ve algo de movimiento.
Chema, algo desconfiado se acerca, su curiosidad es mas grande que el temor y al estar a pocos metros de aquellas extrañas pertenencias logra ver que hay gran movimiento en la arena pero no es algo humano es algo animal……algo que lo aterró, ¿arañas?....pensó…bueno….eran algo así, era algo parecido a una araña, si, pero ningún libro podía esclarecer que eran esas cosas de aspecto tarantulesco y colores vivos, tal vez una manipulación genética se decía mientras se acercaba…no sabía lo que eran pero de algo si estaba seguro, que el extraño comportamiento del mar, los misteriosos hombres, los tiburones y estas extrañas bestias tenían una conexión, de pronto uno de estos animales salta frente a él y toma una posición intimidante, trataba de evitar que Chema avanzara más y el animal trata de embestirlo, Chema lo esquiva y se da cuenta que su pequeña excursión no quedo desapercibida, otros animales salieron de su escondite y Chema tubo que alejarse para evitar ser mordido por estas bestias.
Al llegar al campamento cuenta lo sucedido y todos deciden emprender el regreso a casa, las cosas estaban más tranquilas pero nadie entendía lo que había sucedido.
De regreso a la ciudad reciben una llamada de Abelardo, el abuelo, que decía que los estaría esperando en la puerta de la casa, la familia llega a salvo a su destino y a encontrarse con el, al bajar del auto Chema se dirige a su abuelo para contarle su peculiar aventura y sin decirle una sola palabra de lo sucedido el abuelo le dice:
-Han tenido suerte, se de lo que me vas a hablar y es por eso que estoy aquí, esas bestias extrañas, esos hombres de aspecto fiero, el comportamiento de las mareas y los tiburones tienen un mismo origen, el equilibrio natural esta desbalanceado, la codicia y la brutalidad del hombre moderno los ha llevado a tomar y destruir nuevos habitads, crear nuevos mundos, arruinar las especies y depredar los recursos naturales, los bosques y ahora las costas, en el futuro la arena que ves será reemplazada por hierro, acero y cemento, los bosques que conociste serán reemplazados por desiertos y las especies que conoces se volverán más fieras e inclementes para poder sobrevivir en un mundo gris, opaco y triste, donde el más fuerte y despiadado tendrá más opciones de vivir, dejo en ti y en los tuyos evitar que esta tragedia suceda para poder tener un mundo mejor, nunca se rindan-.
Con mucho cariño para mi abuelo esté donde esté: Papi, gracias por todo lo que me diste y me enseñaste, nunca lo voy a olvidar.
La familia disfrutaba del sol y el calor, los mayores se dedicaban a prender la parrilla, los más pequeños disfrutaban del mar, sin embargo Chema, quien no se encontraba dentro de alguno de estos grupos solo disfrutaba del paisaje y se rendía al infinito imaginario que le brinda ese lugar….su querida playa.
En el mar Sebastián vigilaba a los más pequeños, él con 16 años podía hacerse cargo de brindarles un poco más de seguridad, siempre vigilante a cualquier imprevisto que pueda ocurrir, de pronto una sombra sobre las olas llama su atención, “al parecer es un pelícano” pensó, pero al ver que esta desaparecía y aparecía en distintos lugares optó por preguntar a Alexandra una de las pequeñas que por miedo al mar solo se quedaba en la orilla.
¿Ale, que es eso que se esconde tras las olas? , en el preciso instante en que formulaba la pregunta la sombra cobra forma y un grito alertó a todos…..TIBURON!!!.
Chema quien sabía de animales corrió hacia la orilla con algo de incredulidad, es imposible pensaba, el sabía que habían tiburones en nuestro mar pero que no solían visitar aguas bajas como lo hacen los tiburones que habitan en mares calidos, la primera imagen que tubo fue angustiante, sus primos pequeños trataban de salir nadando mientras que la corriente marina se transformaba en una prisión furibunda que trataba de tragar a todos mar adentro.
La primera en salir fue Carolina, el miedo se veía en su rostro mientras que su hermano Gonzalo hacía un esfuerzo casi sobrehumano por salir del agua, la imagen fue clara, un gran blanco……Chema no salía de su asombro y solo atinaba a gritar…SALGAN….SALGAN AHORA!, Gonzalo logra salir de la corriente pero detrás de el otra aleta rompe la superficie…..esta es diferente, él llega a verla muy cerca, el miedo le da algo más de fuerza y llega a la orilla, Chema se acerca aterrado y el pequeño le dice “este otro es un tigre” refiriéndose al tiburón, ellos dos sabía que este puede ser mas peligroso, Gonzalo alerta a los demás: –logré salir, pero Camila tiene un pequeño corte en el píe-, sabíamos que los tiburones se guían por olfato y pueden oler hasta la partícula mas pequeña de sangre.
Las hermanas Andrea y Camila están petrificadas, Camila no puede nadar pero Andrea trata de abrazarla y encontrar una salida antes que suceda lo peor, de pronto una ola llega a golpearlas y entre revolcones las traslada hacia la orilla, todos están a salvo pero consternados por los extraños intrusos y el repentino cambio de la marea.
Las instrucciones son claras, nadie entra al agua y evítenla lo más que puedan, dijo Chema quien trataba de encontrar una explicación a todo esto, se quedo observando el movimiento de las mareas hasta el anochecer…..”no hay explicación racional que pueda decirme que le sucede al mar y por que están estos animales aquí”, de pronto una luz muy fuerte captó su curiosidad, casi de inmediato la luz toma forma…..es un barco….pero uno muy extraño construido enteramente de madera, en la proa llevaba algo así como un escalera de caracol pero que parecía faltarle escalones.
Cada vez más y más el barco se acerca a la orilla sin temor a encallar, poco a poco se daban cuenta que el barco era de proporciones de por si impresionantes, hasta que se escucha un estruendo…..el barco golpeó intencionalmente el farallón quedándose casi incrustado en la roca, las escaleras incompletas toman forma, estaban totalmente diseñadas para que estas al estar junto a la roca formen una especie de plataforma de descenso.
Uno de los tripulantes emite un grito similar a un gruñido, estos estaban desembarcando grandes bultos del barco y el aspecto de cada uno de ellos era similar al de un corsario, Chema y Sebastián que se encontraban muy cerca al lugar logran ver que llevan armas indescriptibles y de aspecto intimidante, en ese preciso momento emprenden la huida y advierten a todos del nuevo peligro que se avecina, el caos invade a los campitas que solo atinan a guarecerse dentro de sus carpas.
La noche se torna tenebrosa, reina un silencio absoluto, solo se escuchan los ruidos de los grandes bultos que caen sobre la arena, las únicas voces que se oyen son de los misteriosos tripulantes que hablan en lenguas incomprensibles, de pronto la calma, el primero que sale es Chema y para gran sorpresa suya el barco había desaparecido, sin embargo los bultos se encontraban cerca y ve algo de movimiento.
Chema, algo desconfiado se acerca, su curiosidad es mas grande que el temor y al estar a pocos metros de aquellas extrañas pertenencias logra ver que hay gran movimiento en la arena pero no es algo humano es algo animal……algo que lo aterró, ¿arañas?....pensó…bueno….eran algo así, era algo parecido a una araña, si, pero ningún libro podía esclarecer que eran esas cosas de aspecto tarantulesco y colores vivos, tal vez una manipulación genética se decía mientras se acercaba…no sabía lo que eran pero de algo si estaba seguro, que el extraño comportamiento del mar, los misteriosos hombres, los tiburones y estas extrañas bestias tenían una conexión, de pronto uno de estos animales salta frente a él y toma una posición intimidante, trataba de evitar que Chema avanzara más y el animal trata de embestirlo, Chema lo esquiva y se da cuenta que su pequeña excursión no quedo desapercibida, otros animales salieron de su escondite y Chema tubo que alejarse para evitar ser mordido por estas bestias.
Al llegar al campamento cuenta lo sucedido y todos deciden emprender el regreso a casa, las cosas estaban más tranquilas pero nadie entendía lo que había sucedido.
De regreso a la ciudad reciben una llamada de Abelardo, el abuelo, que decía que los estaría esperando en la puerta de la casa, la familia llega a salvo a su destino y a encontrarse con el, al bajar del auto Chema se dirige a su abuelo para contarle su peculiar aventura y sin decirle una sola palabra de lo sucedido el abuelo le dice:
-Han tenido suerte, se de lo que me vas a hablar y es por eso que estoy aquí, esas bestias extrañas, esos hombres de aspecto fiero, el comportamiento de las mareas y los tiburones tienen un mismo origen, el equilibrio natural esta desbalanceado, la codicia y la brutalidad del hombre moderno los ha llevado a tomar y destruir nuevos habitads, crear nuevos mundos, arruinar las especies y depredar los recursos naturales, los bosques y ahora las costas, en el futuro la arena que ves será reemplazada por hierro, acero y cemento, los bosques que conociste serán reemplazados por desiertos y las especies que conoces se volverán más fieras e inclementes para poder sobrevivir en un mundo gris, opaco y triste, donde el más fuerte y despiadado tendrá más opciones de vivir, dejo en ti y en los tuyos evitar que esta tragedia suceda para poder tener un mundo mejor, nunca se rindan-.
Con mucho cariño para mi abuelo esté donde esté: Papi, gracias por todo lo que me diste y me enseñaste, nunca lo voy a olvidar.